jueves, 24 de septiembre de 2015

EL VALLE DE LOS CAUTIVOS
El valle de los cautivos  es un drama escrito por Pedro Martín Cedillo y dirigida por Francisco Vidal. Sinopsis: "Javier es un hombre del siglo XXI que debe volverla vista atrás para encontrarse a sí mismo. Necesita entender la historia de sus antepasados para construir la suya propia. Necesita enterrar a sus muertos (cual Antígona) para seguir adelante. El destino le lleva de la mano hasta el anciano Saturio, preso que compartió trabajos forzados en Cuelgamuros con su abuelo, Lázaro Cedillo. El suicidio de Saturio lleva a Javier a comprender que nuestros muertos no siempre descansan en paz. La necesidad de conocer como murió su abuelo, la amistad que entabló con Saturio en la construcción del Valle de los Caídos... pondrá rostro a tantas historias de sobremesa contadas durante su infancia. Una historia de amistad, de sueños rotos, de nuevas oportunidades y, sobre todo, de la búsqueda de la verdad." 
Al leer la sinopsis reconozco que no me lo pensé mucho, una obra sobre Memoria Histórica en el Teatro del Barrio, me pareció una buena opción (siempre me interesan los temas sobre Memoria Histórica, asignatura, que como País creo personalmente que tenemos pendiente). Pero cuando vi El valle de los cautivos, reconozco que me lleve una gran decepción, primero por que la historia que se cuenta resulta bastante confusa. Saturio, el protagonista es maestro durante la Segunda República, gremio fuertemente represalido por la dictadura franquista, tema que apenas asoma de soslayo tras el encarcelamiento de Saturio condenado a cumplir ocho años y un día tras aplicarle la Ley de vagos y maleantes, ley que el régimen franquista utilizó fundamentalmente para reprimir a los homosexuales. Segundo porque en general el trasfondo resulta un poco difuso, se cuenta muy bien la historia de amistad entre los dos presos Lázaro y Saturio, pero de fondo las circunstancias políticas quedan muy diluidas, es mas, quedan mas claras las voces que hablan de dejar descansar a los muertos en sus tumbas (sin ni siquiera mencionar que en tantos casos esas tumbas son tan solo cunetas o tapias de cementerios) que las que hablan de la memoria de los muertos. 
En cuanto a los actores, hay sus mas y sus menos, algunos un poco sobreactuados y otros un poco planos, estupendo Francisco Vidal, lastima que su papel sea tan breve, también bastante bien Fran Cantos Arana, y además tampoco faltaron algunos equívocos en el texto. 
Una pena porque el tema era a priori muy interesante.