domingo, 20 de septiembre de 2015

BAJO TERAPIA
Producciones Teatrales Contemporáneas presenta en los Teatros del Canal Bajo Terapia un texto de Matías del Federico que dirige Daniel Veronese. La obra cuenta la historia de tres parejas en crisis que son invitadas por su terapeuta a compartir una sesión de terapia para que entre ellos puedan ayudarse a resolver sus conflictos. Todos acuden a la consulta donde les cita la terapeuta, una sala fría e impersonal, posiblemente alquilada para la ocasión en algún edificio de oficinas. La sesión se plantea como un ejercicio de esparcimiento, la terapeuta que no estará físicamente presente, guiara la sesión a través de las instrucciones que depositado en una serie de sobres numerados, donde están las pautas que marcaran esta especie de juego. A medida que se van abriendo los sobres vamos conociendo mas sobre las tres parejas. Pero Bajo Terapia esta llena de sorpresas y de conflictos inesperados donde nada es lo que parece y donde el humor actúa como válvula de escape (para mi la función es mas de sonrisa que de carcajada, aunque se oían muchas en la sala). 
Las tres parejas en cuestión son las integradas por Esteban (Gorka Otxoa) un personal shopper de 38 años, que es muy extrovertido y un poco "payasete", siempre esta gastando bromas que no siempre resultan para los demás tan divertidas como el cree y su novia Carla (Manuela Velasco) una arquitecta de 36 años muy natural y muy dulce, una mujer encantadora que parece llevarse a las mil maravillas con su novio; Daniel (Fele Martínez) contable de 40 años, celoso y su mujer Laura (Melani Olivares) abogada, de la misma edad, aunque lo quiera ocultar por coquetería, es una mujer con mucha personalidad y mucho carisma, que están juntos desde el colegio y tienen dos hijos y por último Roberto (Juan Carlos Vellido) un comercial de 42 años bastante serio e introvertido y su mujer Marta (Carmen Ruiz) una profesora de guardería de 37 años que se encuentra de baja por depresión desde hace algunos meses y que tienen un niño. A medida que la sesión avanza vamos conociendo como son sus vidas, sus familias, sus inseguridades, sus miedos y sus deseos, para el futuro, todo rodeado de un ambiente intrigante lleno de ironía y de reproches, que va tensándose por momentos hasta llegar al inesperado desenlace final. 
En escena seis fantásticos actores, que no dan un respiro, resulta difícil no perderse algo porque continuamente hay acciones y reacciones en distintos puntos del escenario (creo que lo ideal seria ver dos veces la función especialmente sabiendo lo que esta sucediendo realmente). 
Los seis consiguen brillar con luz propia moviendo este engranaje perfectamente medido, que funciona con la precisión de un reloj, donde cada gesto y cada palabra va cargada de intención. 
Gran texto, estupendos actores, precisa puesta en escena, en definitiva una obra estupenda para disfrutar de buen teatro.