miércoles, 27 de febrero de 2013

LA AMANTE INGLESA
Gloria Muñoz y José Luis Torrijo
En las Naves del Matadero se puede disfrutar estos días de La amante inglesa de Marguerite Duras, que dirige Natalia Menéndez. La acción se desarrolla en un misterioso jardín que se ve que hace tiempo que nadie cuida. El texto se basa en una historia real, en la que una mujer comete un asesinato, descuartiza a su víctima y la reparte por toda la geografía francesa en trenes de mercancías. Un misterioso personaje interroga a un matrimonio de un pueblecito, a la mujer porque ha cometido el asesinato, y al marido para conocer mas detalles de lo ocurrido. 
La escenografía representa el jardín, único lugar en el que la protagonista se ha sentido feliz, un jardín descuidado, que recrea una especie de laberinto, y donde encontramos viejas sillas repartidas por el escenario, que junto con la música que acompaña de vez en cuando el texto contribuyen a crear un ambiente inquietante y un poco opresivo, que nos sitúan siempre entre la cordura y la locura.
José Luis Torrijo y José Pedro Carrión
Los protagonistas están impresionantes, José Pedro Carrión, en el papel de el marido, un personaje gris, que adivinaba que su mujer tenia graves problemas, pero que decidio no saber, no implicarse, y disfrutar de su vida al margen del matrimonio, su interpretación resulta maravillosa y te deja con ganas de mas. José Luis Torrijo, es el interrogador, no se sabe nada de el, ni como se llama, ni a que se dedica exactamente, pero consigue ser el oponente perfecto, lanzando preguntas a los dos protagonistas para intentar averiguar el porque de lo que ha sucedido, impecable. Por ultimo Gloria Muñoz, la esposa, la asesina, su interpretación resulta magnética, nos acerca a una mujer sola, que solo tuvo un momento de felicidad en el pasado, que es profundamente desgraciada, que a veces parece no distinguir entre sueño y realidad, y que se escapa de su tediosa vida cotidiana fantaseando en su precioso jardín, esta realmente impresionante.
Un texto inquietante y fascinante a partes iguales que plantea muchas preguntas que no obtienen respuesta, unos interpretes fantásticos, una puesta en escena muy cuidada, y una suplica final "escucheme..." en boca de la protagonista, quien puede resisitirse con estos antecedentes a disfrutar de una deliciosa tarde de teatro, realmente muy recomendable.