MUJER NO REEDUCABLE
"Los enemigos del Estados se dividen en dos categorías: los enemigos a los que se les puede hacer entrar en razón y los incorregibles. Con estos últimos no se puede dialogar y eso les convierte en no reeducalbes. Es necasario que el Estado adopte todos los medios de los que dispone para eliminar del territorio a estos personajes no reeducables". Estas palabras que nos reciben al entrar en la sala Margarita Xirgu del Teatro Español proyectadas sobre la pared figuraban en una circular interna que en 2005 Vladislav Surkov, miembro del gabinete de la presidencia rusa y por tanto hombre respetado en el Kremlin escribió.
Mujer no reeducable es un texto de Stefano Massini que dirige Lluís Pasqual y que produce el Teatre Lliure (que este año esta celebrando su cuarenta aniversario haciendo buen teatro y de los que, afortunadamente, podemos disfrutar esta temporada en Madrid en distintas sedes: Las bodas de Fígaro en el Teatro de la Comedia o La quinta del biberón en el CDN).
Miriam Iscla interpreta de forma magistral este monologo en el que da vida a Anna Politkóvskaya, periodista rusa asesinada en 2006 en el ascensor de su casa de Moscú cuando llegaba de hacer la compra. Con una puesta en escena muy sencilla y una iluminación tenue toda la fuerza se centra en el texto, un texto muy potente y estremecedor en el que se expone todo el horror del que Anna fue testigo en Chechenia entre la guerrilla chechena y el ejercito ruso (cabezas cortadas, "paquetes humanos" volados con granadas, competiciones para ver quien comete mas violaciones, atentados suicidas o horrores como la del teatro Dubrovka o la escuela de Beslan, sin olvidar la corrupción o la propaganda televisiva), y que la hace realizar un viaje hacia el compromiso que llenara su vida de amenazas, un autentico descenso a los infiernos.
Se trata de una narración necesaria que sigue estando de máxima actualidad y que además nos hace reflexionar también sobre la labor del periodismo.
Teatro imprescindible y de calidad que te impacta y que se queda contigo.