jueves, 31 de diciembre de 2015

ENTREMESES
Vuelve al Teatro La Abadía Entremeses de Miguel de Cervantes, una obra que dirige José Luis Gómez, estrenada en el Festival Clásicos en Alcalá en el verano de 2014. 
Con ocasión de su XX aniversario, La Abadía se reencuentra con los Entremeses -La cueva de Salamanca, El viejo celoso y El retablo de las maravillas-, interpretados por un grupo de actores que incluye a varios miembros del reparto original. Las historias están llenas de picardía y por supuesto no falta la critica social. 
En el centro del escenario un árbol seco, pero firme, y a los lados perchas con el vestuario de los actores, y todos los instrumentos necesarios para sumergirnos en la magia del teatro, esta es la escenografía que plantea José Hernández y que se completa con la iluminación de Juan Gómez Cornejo y la música de Luis Delgado. 
Los actores se visten y desvisten en escena, las transiciones entre los entremeses se hacen a la vista del público, mostrando al espectador todo el trabajo de los interpretes, en una especie de juego, donde los actores saltan de un personaje a otro abarcando todo un abanico de tipos que nos retratan como era la sociedad en la que vivió Cervantes, llena de amas, criadas, pícaros, estudiantes, buscavidas, viejos ignorantes, alcaldes, alguaciles... 
Los actores que danzan, cantan y recitan nos deleitan con un espectáculo fresco que mantiene un ritmo ágil y que resulta muy divertido y muy agradable, al que José Luis Gómez ha sabido sacar todo el encanto y toda la fuerza de las palabras de Cervantes. Los protagonistas, un autentico elenco de lujo, esta formado por Julio Cortazar, Inma Nieto (impagable sus participaciones en nuestra señora de las nubes o en Torvaldo furioso, entre tantas otras), Miguel Cubero, Palmira Ferrer (estupenda actriz de comedia, me encantó En la luna), Javier Lara, Luis Moreno (inolvidable en El cortador de bambú, por escoger solo una), José Luis Torrijo, Elisabet Gelabert (tan elegante siempre Veraneantes, Tito Andrónico, Platonov...), Eduardo Aguirre de Cárcer y Diana Bernedo. Todos están soberbios llenos de una energía y una gracia desbordante que se contagia. 
Una obra entretenida y divertida, muy bien interpretada, en resumen, una estupenda disculpa, si es que alguien necesita alguna, para visitar una vez más La Abadía, ese templo del placer inteligente

miércoles, 30 de diciembre de 2015

EL MINISTRO
El Ministro obra de Antonio Prieto, dirigida por Silvestre G., fue ganadora del V Premio Internacional de Teatro para Autores Noveles Agustín Gonzalez y vuelve a subirse a las tablas, en esta ocasión a las de Teatro Infanta Isabel, después de haber pasado por teatros como El Cofidis en temporadas anteriores.
El argumento gira en torno a Ramiro (Carlos Sobera), ministro de Economía, un político ambicioso que intenta conquistar a Sandra (Marta Torné), profesora de francés de sus hijos. Pero mientras Ramiro esta intentando seducir a Sandra, en la sucursal bancaria que hay debajo de su casa se produce un robo. Los ladrones, dos indignados, Félix (Javier Antón) y Yago (Guillermo Ortega) acaban colándose en casa de Sandra cuando escapan del banco.
Toda la acción se desarrolla en el apartamento de Sandra, con una escenografía a la que no le falta un detalle y un texto que juega con la ambición y la falta de escrúpulos de la clase política.
El conjunto es correcto, la comedia tira de muchos tópicos, los actores están bien en sus papeles, el ritmo no esta mal, pero a mi se me hizo un poco larga y no me resulto muy divertida.
Una pena porque creo que se le podía haber sacado bastante mas juego.  

martes, 29 de diciembre de 2015

LA FLAQUEZA DEL BOLCHEVIQUE
De la mano de K Producciones llega al off del teatro Lara la adaptación teatral que David Álvarez hace de La flaqueza del bolchevique novela de Lorenzo Silva que fue finalista del premio Nadal 1997. 
El protagonista y narrador de esta historia se empotra contra el descapotable de una irritante ejecutiva. Ciertamente, él se distrajo un poco, pero ella no tenia por qué frenar en seco ni escupirle todos los insultos del diccionario. Por ello, y para hacer soportables las tardes de aquel bochornoso verano, decide dedicarse "al acecho y aniquilación moral de Sonsoles". Gracias al parte del seguro, consigue su teléfono, y así conoce a su hermana Rosana, una turbadora adolescente. Aunque no tiene fijación con las jovencitas, conserva un retrato de las hijas del zar Nicolás II. Le atrae especialmente la duquesa Olga y a menudo se pregunta qué debió sentir el Bolchevique encargado de matarla. Sería ésta una obra absolutamente cómica si no fuera por el carácter inquietante que adquiere a medida que se complican las argucias del protagonista. 
La sobria escenografía de José Ibarrola (apenas cuatro cubos blancos) y la iluminación de Pedro Yagüe ayudan a ubicar perfectamente los lugares donde se desarrollan las distintas escenas (desde el coche del protagonista, hasta una piscina, pasando por un parque o una discoteca), donde no faltan unas evocadoras proyecciones. 
Adolfo Fernandez da vida al protagonista, que no tiene nombre, seguramente por que carece de importancia, que empieza con un monologo en el que, como si hablara con un amigo va narrando su historia desde el accidente con el coche hasta el momento en el que conoce a la fascinante e inquietante joven que tanto le impacta. 
La obra empieza como una comedia en la que el protagonista no solo nos describe el accidente, sino que también nos cuenta como es su vida, su trabajo y la relación con su familia, todo dentro de una sociedad que él mismo describe como hostil con los trabajadores clasificados en budas, eventuales de mierda y soplapollas (entre los que se incluye), pero pronto entra en escena Rosana, la joven hermana de Sonsoles la mujer con la que choca y entonces todo cambia y empieza a tomar un tinte mas inquietante, notamos como se incrementa la tensión. 
Es una historia muy actual que nos habla de las consecuencias de salirse del camino establecido y de la perdida. 
Adolfo Fernandez, esta fantástico, construye un personaje que no esconde nada, empieza pareciendo un ser insociable, un poco viejo verde, y acaba descubriéndose como un hombre muy solo y muy necesitado de comunicarse son alguien, que acabará pagando las consecuencias de iniciar este acercamiento a esta adolescente. Como siempre una delicia ver a este gran actor capaz de construir un personaje duro e irónico mientras te deja asomarte a su interior para que seas testigo de su fragilidad. Susana Abaitua estupenda también dando vida a una Rosana llena de frescura e inocencia. 
Interesante ejercicio teatral muy bien interpretado por dos estupendos actores llenos de fuerza e intensidad. 
Muy recomendable. 

domingo, 27 de diciembre de 2015

PAPÁ NOEL ES UNA MIERDA
Papá Noel es una mierda se plantea como una comedia violenta. Bajo una apariencia cercana al vodevil acaba dinamitando una tras otra las convenciones más arraigadas de la sociedad políticamente correcta. Pone en solfa la navidad, la familia y la maternidad, pero también cuestiona nuestra visión de las ONG's, la transexualidad, la inmigración o la violencia de género. 
Al menos esto es lo que pretenden Le Splendid autores del texto y los Goliardos compañía que se ha encargado de acercarnos el mismo a la sala Negra de los Teatros del Canal en versión y dirección de Sergio Macías. 
Sobre el escenario: Noche de fin de año en la oficina del Teléfono de la Esperanza, una entidad benéfica que se ocupa de escuchar a los que no tienen a quien hablar. Teresa y Ramón son dos burgueses acomodados que aplacan su conciencia creyéndose útiles. En esa noche irán apareciendo uno tras otro varios de los marginados a los que se supone deberían dedica su atención: un travesti sin autoestima, una indigente embarazada y maltratada, un alcohólico maltratador vestido de Papá Noel y un inmigrante solitario en busca de compañía. Mientras tanto, al teléfono esperan un obseso sexual y una esposa despechada. Un grupo de personas desesperadas ante la última noche del año y quizá de sus vidas. 
Se trata, parece ser, de una comedia muy popular en el teatro y en el cine francés. 
Los Goliardos una compañía que comenzó su andadura hace mas de cincuenta años con un espíritu rebelde y combativo vuelve ahora como Fundación y lo hacen con esta obra. 
La obra que dura alrededor de noventa minutos se me hizo practicamente eterna. El humor me resulto zafio y grosero, los temas de la transexualidad, la violencia de genero o la prostitución entre otros se tratan de una forma muy poco afortunada por decirlo de forma educada, por que sinceramente creo que supera lo políticamente incorrecto. El elenco formado por Emma Ozores, Antonio Vico, Ángel Facio, Alfonso Delgado, Nadia Doménech, Diego Pizarro y Rafa Núñez, tampoco consiguen que la cosa mejore, se pasan media representación gritando no se sabe muy bien por que, además de resultar muy poco naturales las interpretaciones. 
Una pena, creo que es la peor obra que he visto en mi vida, te guste o no la navidad.

sábado, 26 de diciembre de 2015

LOS HERMANOS KARAMÁZOV
Los hermanos Karamázov es un proyecto que Gerardo Vera llevaba tiempo soñando con llevar a escena y que se empezó a materializar cuando reunido en un café con Juan Echanove vio que también  él se emocionaba con este reto. Se trata de la última novela de Fiódor Dostoyevski, empezó a escribirla en 1878 y la terminó diez años después poco antes de morir. Es una obra inmensa que habla de muchos temas, de las relaciones familiares, de dios, del diablo, de la religión y la moral sin olvidar aspectos mas intimos y personales de la condición humana como los estados por los que pasan las personas la culpa, el remordimiento, la redención, el perdón o el castigo. 
La adaptación del texto, todo un reto, es de José Luis Collado que se centra en la historia de esta familia llena de traiciones, ruindades y mezquindades pero también de compasión. De la puesta en escena se encarga el propio Gerardo Vera, un gran espacio diáfano e imponente con muy pocos elementos escenográficos, una mesa, unas sillas y una alfombra que aparecen y desaparecen de escena según conviene, y de fondo, una gran pared con ventanales que insinúa una mansión en declive que sin duda ha vivido tiempos mejores y que, gracias a paneles móviles, recrea también otros espacios necesarios para la representación como un hotel, una sala de juicios, un tugurio o incluso un monasterio. Fantástica la iluminación de Juan Gómez-Cornejo, el espacio sonoro de Luis Miguel Cobo y el impecable vestuario de Alejandro Andújar que sumergen la escena en un ambiente taciturno donde la única nota de color la aporta el vestuario de las dos protagonistas. Muy acertadas las proyecciones y fantásticas las escenas en que las narraciones de hechos pasados toman cuerpo. 
En escena se desata un laberinto de pasiones que Gerardo Vera maneja con maestría a lo largo de mas de tres horas en la que estas atrapado por una sucesión de batallas donde no falta el amor, el odio, el dinero, el sexo y el despecho, es absolutamente fascinante. Toda esta pasión nos llega de la mano de un elenco de lujo que se entregan en cuerpo y alma para regalarnos unos personajes llenos de verdad. Juan Echanove es el padre (Fiódor Karamázov) esta monumental dando vida a este padre vividor y canalla, igualmente fantásticos los hermanos Karamazov, Fernando Gil (Dimitri Karamázov) noble y lleno de ira, Markos Marín (Iván Karamázov) con un carácter oscuro y atormentado que niega la existencia de Dios, Ferran Vilajosana (Alekséi Karamázov - Aliosha como su hijo muerto prematuramente) el hermano novicio que siempre intenta poner paz y sacar lo mejor de cada uno, esta lleno de candor y por último genial también Óscar de la Fuente (Smerdiakov) el hermano bastardo que se mueve siempre en la sombra y que es epiléptico (enfermedad que marco a Dostoiesvski que vio como acababa con su hijo Aliosha y que el mismo padeció). En cuanto a las protagonistas femeninas Lucia Quintana (Katerina) la generosa prometida de Dimitri, sencillamente maravillosa en una interpretación elegante y apasionada y Marta Poveda (Grúshenka), fantástica su desgarrada interpretación de esta mujer tan falta de amor y que tanto ha sufrido marcada por un rechazo sentimental, juntas protagonizan alguna de las escenas mas fascinantes. Estupenda también Antonia Paso que da vida al resto de papeles femeninos, e impecables también el resto de protagonistas masculinos Antonio Medina (Padre Zosima), Chema Ruiz, Eugenio Villota y Abel Vitón.
Conmovedor el trabajo de todos los actores que consiguen que sientas todo el dolor, la pasión e incluso en algunos casos la frustración que llevan a cuestas. 
Una impresionante y maravillosa adaptación, una fantástica dirección y un elenco de lujo hacen de Los hermanos Karamázov un montaje monumental lleno de pasión que emociona. 
Muy recomendable.

domingo, 20 de diciembre de 2015

LOS ATROCES
La compañía Teatro defondo sube al escenario Los Atroces basada en la sangrienta historia de los Átridas, (los Átridas son los descendientes de Atreo, rey de Micenas, en la mitología griega, linaje maldecido por los dioses porque se fundó a partir de la sangre de Tiestes, hermano gemelo de Atreo aunque la maldición es incluso anterior a Atreo, pues ya su abuelo Tántalo intento robar el néctar y la ambrosía de los dioses, además de servir a su propio hijo Pelope como cena, toda una historia marcada por los asesinatos, el incesto, el parricidio y el infanticidio), y lo hace de forma sublime, convirtiendo esta saga griega en una familia española cuya historia recorre el siglo XX hasta llegar a nuestros días donde viven Orestes y Electra. 
La obra comienza cuando Orestes se despierta angustiado sin recordar lo que acaba de hacer, iniciando así un viaje en busca de los errores de la familia de la mano de los fantasmas de las generaciones pasadas. Estos fantasmas que habitan el desván de la memoria le ponen un toque de humor e incluso de humanidad a una historia cargada de traiciones, canibalismo, incesto, asesinatos y violaciones, una maldición que los persigue y que parece imposible romper. Juntos han asumido su condición y desde su vagar eterno intentan guiar a Orestes que intentara romper con su trágico destino, 
"todos arrastramos un crimen irreparable 
a cada paso creemos dejarlo atrás 
y sin embargo, al girar la mirada, 
está en nuestra espalda 
y ni siquiera lo comprendemos 
y pensamos 'No fui yo, no fui yo quien lo hizo'."
Un autentico culebrón con ritmo de pasodoble que se desarrolla en un escenario practicamente vacío, donde el escaso mobiliario esta envuelto por grandes telas blancas y unas enormes gasas cubren el fondo dando la sensación de estar en una casa abandonada o deshabitada desde hace años, tenuemente iluminada donde no sorprende encontrar fantasmas. Estupendo el vestuario de Val Barreto. 
La dramaturgia y la dirección de Vanessa Martínez es soberbia. Dando vida a este inteligente texto están seis magníficos actores que se desdoblan en varios personajes como ya nos cuentan con mucha gracia en la introducción, gran idea también pintar el complicado árbol genealógico en el suelo como guia para no perderse con el nutrido numero de miembros de esta larga saga familiar. Nuria Benet (Hipodamia, Electra), Mon Ceballos (Orestes), Pablo Huetos (Tántalo, Atreo, Psicólogo), Vicenç Miralles (Pélope, Agamenón), Pedro Santos (Tiestes, Mírtilo, Egisto) y Gemma Solé (Clitemnestra, Dione, Pelopia), los seis están enormes dando los matices necesarios a cada uno de los personajes que encarnan, una exhibición interpretativa y todo un lujo. 
  Los atroces, una historia sobre la culpa, que nos acerca a la mitología de una forma original y diferente. Una obra que combina tragedia e ironía, conmovedora y escalofriante a partes iguales que sorprende y apasiona. 
Un deleite para los sentidos que espero que vuelva pronto a subirse a las tablas. 
Muy, pero que muy, recomendable.

sábado, 19 de diciembre de 2015

RAPSODIA PARA UN HOMBRE ALTO

Escritos en la Escena plantea un modelo de escritura dramática a pie de escenario: partiendo de un primer borrador, el autor desarrolla y finaliza el texto en el ámbito escénico, trabajando estrechamente con un grupo de intérpretes. El objetivo es llegar a elaborar textos dramáticos viables y aptos para ser exhibidos, pudiendo llegar a prorrogar su vida en otros escenarios. Siguiendo con el proyecto de Escritos en la Escena que ya inicio hace unos años el Centro Dramático Nacional llega ahora Rapsodia para un hombre alto un texto de Félix Estaire que también se encarga de la dirección. Es la final del mundial de baloncesto. El marcador está ajustadísimo. Una falta personal y tres tirios libres por delante. El tiempo se ha muerto. ¿Qué ocurre en la mente del jugador que tiene en sus manos la gloria o el fracaso de su equipo? El resultado real del partido en escena (es decir, según se encesten o no los tiros libres) determinará el final entre las distintas posibilidades de continuidad y desenlace que ofrece la pieza. El ambiente tenso de cualquier final alcanza tintes dramáticos en este caso porque se trata del enfrentamiento de dos países recién escindidos. La pieza también incluye un drama familiar, ya que el jugador que tiene en sus manos el lanzamiento de los tres tiros libres es el hermano del jugador que le ha hecho la falta. A través de la relación entre el padre y unos de los hijos nos vamos adentrando en la historia de un desencuentro que acaba en trágica ruptura. 
El espectáculo es una gran metáfora de las incertidumbre que siembran el camino que recorremos a medida que vamos tomando decisiones y donde es inevitable pensar que hubiera pasado de tomar otra opción. La ubicación a ambos lados del escenario resulta en este caso muy apropiada, el movimiento escénico esta perfectamente coreografiado, la iluminación intimista y el acertado espacio sonoro ayudan a ubicarse en los continuos saltos en el tiempo que nos ayudan a entender como se ha llegado a ese momento y como es la relación de ese jugador con su familia. Toda la narración va salpicada de hechos producidos en el mundo del baloncesto en el contexto de la separación de la repúblicas de la antigua Yugoslavia. 
Los protagonistas son Ignacio Jiménez que es el jugador y el siempre maravilloso José Ramón Iglesias que da vida a varios personajes (padre/entrenador/árbitro), los dos están muy estupendos. 
Una propuesta original con una interesante reflexión.