El proyecto "Si las paredes hablasen" donde La Fundación de Casas Históricas y Singulares ha organizado en colaboración con microteatro por dinero, una forma original de disfrutar de nuestro patrimonio cultural enlazando Arte, Historia y Teatro gracias a la Fundación Fernando de Castro que cede su sede a esta iniciativa. La Fundación Fernando de Castro se encuentra ubicada en la calle San Mateo, 15 en Madrid edificio levantado en 1893 para albergar Asociación para la Enseñanza de la Mujer (A.E.M.) que había sido creada previamente por Fernando de Castro en 1870. De sus aulas salieron las primeras mujeres físicas y química de nuestro país. Tanto Fernando de Castro como la A.E.M. jugaron un papel pionero y decisivo en la historia de la educación en nuestro país, dando los primeros pasos hacia la consecución de la independencia, libertad y desarrollo de la mujer en el mundo laboral.
Tras una convocatoria pública en la que se presentaron numerosas propuestas se seleccionaron dos obras ambientadas en el edificio que se representan simultaneamente, una en el antiguo comedor de alumnas o Salón Rojo y la otra en la sala de música.
Las obras son:
PARADOJA ATEMPORAL, Se representa en la Sala de MúsicaLas obras son:
Idea y texto: V. Vega y Sergio Guivernau.
Dirección: Vicente Aguado, Mary Carmen Melero y Carlota Guivernau.
Interpretación: Carolina Herrera, Sergio Guivernau, María Velesar, Carmen Mayordomo y Eva Higueras.
La obra transcurre en dos fechas muy diferentes, 1904, cuando la asociación lleva abierta 11 años y 1954, medio siglo después, al día siguiente del cierre del colegio en el que fue convertida la sede. Las dos épocas se desarrollan en paralelo, se van solapando, mostrando como la modernidad de un proyecto que empieza a ayuda a las mujeres a encontrar su lugar en el mundo laboral (mas allá de "servir") que se vio interrumpida durante la dictadura.MANUAL DE ELABORACIÓN, Se representa en el Salón Rojo, el antiguo comedor de alumnas
Texto y dirección: José Recuenco.
Interpretación: Silvia de Pe y Ricardo Reguera.
Alfonso está enamorado de una señorita a la que quiere escribir una carta, para ello solicita la ayuda de Adela, profesora de mecanografía y asidua a las tertulias literarias... y así comienza todo.
