
El texto que firman María García de Oteyza y Rocio Literas, es sencillo pero tiene la facultad de apelar a los sentimientos, con ese toque melancólico que tienen también las obras de Chejov, enfrentando la ilusión y la inocencia con la que una joven llega a la profesión con la mirada mas amarga de la actriz que lleva ya mucho tiempo en la profesión y ha visto ya muchas cosas.
Un interesante repaso a la profesión desde dos puntos de vista muy diferentes, pero en el fondo complementarios, como si se tratara de la cara y la cruz de una misma moneda, dos actrices impresionantes, Andrea Trepat, puro nervio y con mucho desparpajo que nos trasmite toda la inocencia y la dulzura de su personaje, Miriam Montilla mucho mas seria y reposada, te atrapa con su serenidad, te emociona con lo que cuenta y con lo que calla y te sobrecoge con su monologo de Nina. Las dos están realmente maravillosas, y te llegan al corazón.