
La historia empieza contando como un hombre, ya desde niño, muestra una gran afición por la búsqueda, pero que se encuentra inmerso en una familia convencional con la que no se identifica, y decide dejarlo todo y trasladarse a la selva para dedicarse a lo "suyo", buscar. En este periplo, guiado por su deseo de conocer y conocerse encuentra un ciervo, un animal misterioso que juega al tenis y que sin decir nada le ayuda a completar su viaje. Este aventurero después de mucho perseguir quimeras, se acaba perdiendo en su viaje, acaba matando su sueño y volviendo al punto de partida, acaba definitivamente convirtiéndose en aquello de lo que huía.
La escenografía es mínima, solo un sillón de orejas sobre un precioso césped acompaña a los dos protagonistas, la iluminación y el sonido sencillas pero muy apropiados, y el resto se completa con la imaginación gracias a lo que nos va contando Sergi López.

Un espectáculo magnifico, un maravilloso viaje en el que vemos como el protagonista acaba precipitándose en el conformismo del que estaba huyendo, y entre risas nos obliga a volver la vista hacia nosotros mismos, y ver como vivimos la realidad que nos rodea desde nuestro propio sillón de orejas, y a pensar ¿que estamos haciendo nosotros para perseguir nuestros propios sueños?.
En definitiva una delicia de espectáculo con unos fantásticos actores que harán disfrutar a lo grande a todo el que acuda al teatro de La Abadía.