En este mes de mayo, termina esta iniciativa de la RAE que durante diez lunes nos han acercado distintos textos de nuestra literatura, con las que hemos ido viendo como se ha transformado la lengua castellana a lo largo de los siglos, desde el "Cantar de Mio Cid" hasta la última que repasa textos de Valle-Inclán.
Cartas marruecas (Teatro de la Abadía)
Con Pedro Casablanc como cómico y Pedro Álvarez de Miranda como académico. El contexto en el que se escribe esta obra tiene dos hitos importantes: por una parte la fundación de la Real Academia Española en 1713 y por otra el descubrimiento de el "Cantar de Mio Cid". Las "cartas marruecas", texto de José Cadalso, nos habla del carácter y la lengua española a través de las cartas que intercambian tres personajes ficticios, Gazel, un joven marroquí de visita en España, su venerable y sabio maestro Ben Beley, y Nuño su amigo español. Pedro Casablanc se desdobla en los tres personajes, adoptando distintas voces. Las cartas seleccionadas son las que hablan del lenguaje. Fantástico Pedro Casablanc como siempre.
La Regenta (Teatro Pavón)
Con Emilio Gutiérrez Caba como cómico y Carme Riera como académica. La novela de Leopoldo Alas "Clarín" ha sido considerada como una de las mejores novelas realistas de España. La Regenta se situa en Vetusta, donde el autor nos habla de una sociedad de provincias, aburrida, hipócrita, mezquina y castrante, con un gran abanico de personajes en medio de los cuales se mueve nuestra protagonista. Para esta lectura se han escogido fragmentos que narran "el camino hacia el adulterio", empezando por la estéril relación de la Regenta y su esposo, los deseos y la histeria de ella y el histrionismo de él, junto a la amenaza latente de un don Juan rondando. Emilio Gutiérrez Caba consigue dar vida a la novela llenándola de pasión.
Valle-Inclán: Visión estelar de un momento de guerra (Real Academia Española)
Cómicos de la lengua ha sido una iniciativa maravillosa, algunas de las lecturas se podrán disfrutar en el Festival de Teatro Clásico de Almagro (Cantar de Mio Cid, Don Quijote de la Mancha, Duelo de plumas Góngora-Quevedo, Escrito por Teresa de Ávila y La Celestina), esperemos que en el futuro se repitan iniciativas de este tipo.