Mathilde recala en el off del Lara después de pasar por la sala La Nao 8, el texto de la francesa Veronique Olmi lo dirige Gerard Iravedra, que también se encarga de la versión y la traducción del mismo.
París. Un apartamento de un matrimonio acomodado de treinta y cinco años. Llueve de forma torrencial. Pierre, el marido, espera en el salón. Está tenso. Llega Mathilde, su mujer. Hace casi tres meses que no se ven. Ambos saben perfectamente de donde viene ella, pero no va a ser fácil hablar de ello. Un hecho terrible empaña su relación y les distancia, porque Mathilde ya no es Mathilde, una escritora de éxito, felizmente casada, el alma de todas las fiestas, ahora ha pasado tres meses en la cárcel acusada de corrupción de menores por acostarse con un alumno de 14 años. Confundidos inevitablemente hasta ésta noche en la que sentirán el vértigo de tener que tomar una decisión sin precedentes. Deberán escucharse y decidir juntos que es lo que quieren. ¿Se mantendrán unidos a pesar de todo?.
Se respira la tensión en una conversación llena de reproches, de palabras no dichas y de rencores callados mucho tiempo. Durante su primera velada juntos, y con puntos de vista muy distintos, afloran muchos sentimientos encontrados, humillación, desprecio, soledad, odio, apatía e incluso amor, que les obligan a enfrentarse quizá por primera vez a su relación. Deberán decidir que pesa mas.
El duelo interpretativo lo protagonizan Marina San José (que se presenta fría, distante e incomoda en una casa que ya no siente como propia) y Gorka Lasaola (nervioso, rodeado de cajas, viviendo en su propia casa como si estuviera de paso) ambos muy contenidos en su interpretación para hacer al texto el autentico protagonista, un texto que fluye sin respiro, sin prisa pero sin pausa, sin dejar de intrigarnos, aunque hay momentos en los que se hecha de menos un poco mas de intensidad.
Un curioso viaje a las entrañas del deseo humano.