En el marco de los Veranos de la Villa se presenta en Madrid Anfitrión
de Plauto que ya se represento en el Festival de Mérida. Para empezar la
ubicación elegida en los Jardines de Sabatini deja bastante que desear,
porque durante toda la representación estas disfrutando del ruido de
los autobuses y demás coches que circulan por los alrededores del
Palacio, incluidas sirenas de vehículos de emergencia, afortunadamente
no son demasiados en pleno mes de agosto en Madrid. Para continuar las
entradas son muy caras con lo cual, al menos el día que yo fui, la parte
delantera practicamente esta vacía, salvo las invitaciones pertinentes,
con lo que da un aspecto un poco frío, y para terminar lo mas
importante, la obra propiamente dicha. En principio y según reza en el
programa, tal y como esta la cosa no podemos prescindir del humor, cosa
con la que estoy completamente de acuerdo, por eso me decidí a asistir a
esta representación, lastima que todo se quedara en buenas intenciones,
ni la obra resulta tan provocadora como nos prometen, ni consiguen
arrancarte una sonrisa, con un elenco a priori, de sobrado prestigio, lo
único que ves es gente hablando muy alto y moviéndose muy deprisa por
el escenario, acompañados de repetitivos efectos sonoros, con un textos
que repite una y otra vez las mismas escenas que ya has visto. Quizás la
historia es demasiado corta para hora y media de representación, o
quizás la adaptación no esta muy lograda, con algunos guiños a la
actualidad metidos con calzador, o quizás simplemente sea que hacer reír
no siempre resulte fácil por mucho empeño que uno ponga. Menos mal que
no hacia demasiado calor.