En el Teatro Lara, en el hall y casi en hora golfa se puede disfrutar, y nunca mejor dicho, de esta obra escrita y dirigida por Natalia Hernández, que despliega su talento para hacernos pasar un rato muy divertido, como actriz la admiro, y he de reconocer que en esta faceta también me ha gustado mucho. La obra nos cuenta la vida de una familia aparentemente muy normal de la que iremos, poco a poco, descubriendo sus secretos, todo siempre en clave de humor. Los miembros de la familia son Vicente Díez, el padre, impresionante siempre que hace comedia, (aunque a mi me enamoro también en "A propósito de la nieve" en la desaparecida sala Espada de Madera), Ascen López, la madre, es como un huracán, no pasa nada en la casa que a ella se la escape, y los hijos Camila Viyuela, Samuel Viyuela y Jorge Basanta a cual mas divertido.
Tiene su punto disfrutar de una obra de teatro en el hall de un teatro, por ejemplo estas muy cerca de la escena con lo cual disfrutas de todos los detalles, en este caso además, la escenografía no es demasiado elaborada, representa el interior de la casa familiar, donde encontramos una mesa camilla (aderezada con unas empanadillas que van y vienen) alrededor de la que se desarrolla toda la vida familiar, y con un micrófono siempre presente que sirve para que los miembros de la familia nos canten de vez en cuando sus sueños y deseos.
Con la que esta cayendo, sin duda se agradece poder pasar un buen rato, y esta obra resulta una elección estupenda, muy divertida, sorprendente y muy dirigida e interpretada.