martes, 29 de enero de 2013

RUMBO A PEOR
Alberto San Juan se enfrenta en solitario a este texto de Samuel Beckett en el que se busca nombrar lo innombrable, sabiendo que con cada intento se volverá a fracasar. En un escenario donde solo hay un atril con una pequeña lampara encontramos a Alberto San Juan recitandonos el texto, en un silencio absoluto, (al menos el día que yo fui, solo alguna tos rompió la magia, en algún momento), que te envuelve por completo. Es un texto denso y poético que se va contigo y al que sigues volviendo después de salir del teatro. Aún, todavía, aún, con un mensaje positivo que te anima a seguir adelante aunque fracases  
Debes seguir.
No puedo seguir.
Voy a seguir.
Una grata experiencia en estos tiempos de prisas donde se pervierte el lenguaje continuamente y donde no se da importancia al esfuerzo (solo es importante el éxito a cualquier precio) disfrutar de una narración pausada que busca las palabras precisas, con un Alberto San Juan que se emociona y te emociona.