lunes, 25 de marzo de 2013

LA CEREMONIA DE LA CONFUSIÓN
Richard Collins-Moore
Siguiendo con la actividad de escritos en la escena que lleva a cabo el Centro Dramático Nacional, se escenifica "La ceremonia de la confusión" de María Velasco, que dirige Jesús Cracio, la obra mira con nostalgia los aires renovadores de la Transición y lo compara con el presente. 
La acción se desarrolla en el tanatorio cuando un grupo de amigos se reunen a despedir a un músico amateur, y descubren como han transcurrido sus vidas desde que vivieron juntos la Movida. Como sucede en estas representaciones la escenografía es la mínima indispensable para situar la acción, todo muy bien ambientado con música muy ochentera como ¿Qué hace una chica como tú en un sitio como este?, o Groenlandia. 
Los actores  están muy bien, tanto Juan Calot (Fabio), que acaba de quedarse en paro, Miquel Insua (Roberta) una transexual que acaba de descubrir que tiene cancer, Julio Rojas (Pau) el joven novio de el músico fallecido,Julián Ortega que se desdobla en varios personajes, Carmen del Valle (Olga), que sigue anclada al pasado, y no comprende la pasividad de la juventud actual, me gusta especialmente el toque que le da a su personaje, esta fantástica, y por último Richard Collins-Moore, que es El Negro, el músico fallecido y que esta impresionante paseándose como un fantasma guitarra en mano poniendo el toque musical a la obra. 
La obra es entretenida, y tiene momentos muy buenos, con su punto de irreflexión y de nostalgia, y algunos momentos muy divertidos.
Juan Calot, Carmen del Valle, Miquel Insua y Julio Rojas