Se trata de una versión que Rainer Werner Fassbinder hace de la obra de Goldoni, y que dirige Dan Jemmett, que apuesta por llenar el ambiente del sonido de las maquinas tragaperras, y las luces brillantes. Aunque Fassbinder escribió esta versión en la Alemania de los años 60, parece escrita para criticar la obsesión por el dinero, el sexo y las apariencias en el que estamos inmersos hoy.
La escenografía es sencilla, ocho maquinas tragaperras, que representa la casa de juegos, donde juegan convulsivamente y aislados todos los personajes cuando no están en escena, y ocho sillas y una especie de tablero, que representa el café, donde cada personaje nos lanza su parlamento. El vestuario me parece fantástico, perfecto para situar en su justo contexto a cada uno de los personajes, y dar el toque barroco que el texto requiere.
En cuanto a la puesta en escena es arriesgada, se divide en tres actos en el primero, los actores se enfrentan directamente al patio de butacas, hablando directamente al publico y viendo sus caras, ya que las luces permanecen encendidas en todo momento, además el texto se recita a un ritmo endiablado, casi convulsivo, donde cada vez que se cita una cifra se cambia de forma obsesiva a varias divisas, lo que proporciona una especie de angustia que hace que el dinero este absolutamente presente siempre. En el segundo acto, se proyecta el texto a toda velocidad en una pantalla, y Tráppolo (el viejo camarero), nos explica un poco desesperado porque. En el tercer acto, el ritmo cambia, y vemos que los personajes, están como ausentes, desconectados de la realidad, rematando el texto como a trompicones, como sin interés por lo real, empapando todo de desesperación, hastío y amargura.
En cuanto al elenco, se trata de ocho magníficos actores, José Luis Alcobendas, Jesús Barranco, Miguel Cubero, Lino Ferrerira, Daniel Moreno, Lidia Otón, María Pastor y Lucía Quintana, están fantásticos, no solo por arriesgar su sueldo para llevar adelante este proyecto, sino por la valentía de enfrentarse a la reacción del publico en directo, en una puesta en escena muy difícil que no todo el mundo entiende.
Para mi fue muy interesante esta experiencia teatral, diferente, poco convencional, dura, comprometida, y que tienes que sentir desde dentro para disfrutarla, con unos actores fantásticos, que están impresionantes, yo desde luego lo disfrute.