domingo, 23 de febrero de 2014

HÉCUBA
Llega a Madrid Hécuba, que tras ser estrenada en el festival de Mérida recala ahora en el teatro Español. La tragedia de Eurípides, que en esta ocasión versiona Juan Mayorga y dirige José Carlos Plaza, nos cuenta como tras el saqueo de Troya, la flota de los griegos esta a punto de partir y las troyanas están siendo sorteadas como una parte mas del botín de guerra. Hécuba la reina de Troya, que ha nacido en un palacio, que ha tenido hijos destinados a ser reyes o a casarse con reyes, y que ha visto como Priamo, su marido y todos sus hijos morían, como sus hijas han sido sorteadas o sacrificadas por los vencedores, además de sufrir todo esto tiene que vivir en sus propias carnes y como última humillación final acabar sus días como esclava en un país extranjero lejos de sus raíces y de sus muertos. 
El montaje nos sitúa en una playa llena de restos en la que vemos los restos de una dura guerra, la iluminación y el humo que inundan la escena contribuyen a aumentar el ambiente angustioso y trágico en el que se mueven los protagonistas. Una escalinata al fondo y el vestuario rico pero ajado en el caso de ellas y mas elegante en el caso de ellos ubica perfectamente a los vencedores frente a las vencidas. A los largo de la obra el coro entona varias canciones que resultan para mi terribles, están fuera de lugar, no aportan nada y se cargan la tensión dramática, desde mi punto de vista hubiera sido mejor eliminarlas. 
El elenco está formado por actores brillantes, empezando por José Pedro Carrión en el papel de Ulises, impresionante con ese aplomo y esa imponente voz que llena el escenario, Juan Gea como Agamenón que trasmite toda la chulería del que se siente por encima de todo, pero a la vez la inseguridad del que tiene que demostrar que se merece seguir ostentando el poder que tiene por méritos propios, sin mostrar debilidades. Luis Rallo (Polidoro) todo inocencia pidiéndole a su madre que vengue su muerte, maravilloso Alberto Berzal (Taltibio) el heraldo de Agamenón, encargado de narrarle a Hécuba como ha sido sacrificada su hija Polixena sobre la tumba de Aquiles, que emociona narrando la dignidad con que ha muerto y la admiración que ha despertado entre todos los que lo han visto. Polixena encarnada por María Isasi, y que esta fantástica manteniendo su personaje entre el sufrimiento y el orgullo, aliviada porque va ha morir dignamente en lugar de ser subastada para vivir el resto de su vida como esclava, y que nos emociona con todo el dolor que siente especialmente por su madre. En cuanto a Concha Velasco en el papel de Hécuba esta soberbia, sobria, desgarrada, digna y sufrida todo a un tiempo, impresiona cuando grita "¡No me llaméis Hécuba, llamadme desgracia...!". 
Pero a pesar de todo, y aunque parezca mentira, no sabría decir porque, pero el conjunto no acaba de conmoverte, es como si asistiera a un conjunto de buenas escenas que se suceden unas detrás de otras pero sin una continuidad que haga de todo un conjunto, te quedas un poco frío. 
Una pena que con tan buenos actores, con una escenografía tan currada, con un buen director y con un grandísimo dramaturgo firmando la versión, el resultado acabe siendo tan poco emocionante.