sábado, 26 de octubre de 2013

LOS HIJOS DE KENNEDY
Enma Suarez, Álex García, Ariadna Gil Fernando Cayo y Maribel Verdú
Con motivo del 50º aniversario del asesinato de John Fitzgerald Kennedy el productor Pedro Larrañaga recupera la obra "los hijos de Kennedy", obra teatral cuya acción transcurre en 1974, y que nos llega de la mano de cinco personajes, doce años después del asesinato de Kennedy. 
Ariadna Gil, Álex García y Fernando Cayo
Los cinco personajes hijos de aquella época son: una hippy de Woodstock que se pasa la vida luchando por los derechos civiles, un actor gay cuyo sueño es actuar en Broadway y que hace teatro undergraund, un soldado de Vietnam que regresa a casa con todos los miedos y pesadillas propias del que ha vivido una guerra, una secretaria que idolatra al matrimonio presidencial y una aspirante a actriz obsesionada con ser la nueva Marilyn Monroe. 
Ariadna Gil
La función nos sitúa en cinco bares distintos, que se solapan, donde habitan estos personajes que nos invitan a su particular recorrido por los sesenta, la época de la guerra del Vietnam, del movimiento gay, de la contracultura, de los derechos civiles, del bloqueo a Cuba, de la crisis de los misiles, del mundo hippy con su "haz el amor y no la guerra"..., una época donde todo parecía posible. Pero una vez pasado todo, lo que encontramos es a un grupo de seres humanos rotos y frustrados, que lo único que hacen es intentar sobrevivir con lo mínimo, pasando las tardes en un bar solos, hablando consigo mismos y repasando sus vidas. 
Con una escenografía fantástica que representa un bar, una pantalla al fondo donde se proyectan algunas imágenes de la época, al hilo de lo que nos van narrando, y una impecable iluminación disfrutamos de los cinco monologas que van entrelazando los cinco protagonistas. 
Maribel Verdú
Los cinco excelentes actores que dan vida a los personajes son: Fernando Cayo (Sparger), que caricaturiza magistralmente a un actor gay y transgresor que vive la incertidumbre del teatro independiente, perdón "undergraund" de Nueva York, Enma Suarez (Wanda) que encarna a una secretaria totalmente impactada por el asesinato de Kennedy, presidente al que admira, y que esta maravillosa en esa especie de inocencia eterna, Aridna Gil (Rona), que entre copa y copa nos acerca al nacimiento del mundo hippy con sus luchas por un mundo mejor, la experimentación con las drogas y sus frustraciones, nos deja uno de los monólogos mas bellos de la obra, Maribel Verdú (Carla) que se obsesiona por su físico y acaba frustrada cuando no consigue el éxito y se encuentra con que todos la utilizan pero nadie se interesa por ella como persona, y por último Álex García (Mark), el soldado que vuelve de la guerra de Vietnam  con muchos traumas y sin acabar de entender el sentido de la guerra. 
Los cinco están fantásticos, con momentos divertidos, pero sobre todo con una visión cínica del que ya esta de vuelta de todo. El texto muy melancólico deja al descubierto todas las heridas abiertas que dejo una época llena de ilusiones que pareció que iba a cambiar el mundo. 
Enma Suarez y Fernando Cayo
Merece la pena darse un paseo por el teatro Cofidis  para disfrutar de este delicioso repaso a un tiempo del que se pueden aprender muchas cosas que seguramente nos sirvan para enfrentarnos a estos complicados tiempos en los que nos ha tocado vivir.