Roberto Zucco es la ultima obra de Bernard-Marie Koltés, que muere de SIDA unos meses después de concluirla, en ella podemos ver todos los sentimientos a flor de piel de su autor, que nos narra una historia real basada en un asesino en serie que va dejando un reguero de muertos en su huida hacia delante, primero mata a sus padres, después se escapa de la cárcel, siempre dejando a su paso un rastro de dolor y violencia. En esta ocasión el montaje viene de la mano del teatre Romea, y esta dirigido por Julio Manrique, un director realmente fantástico, cuyos montajes siempre me emocionan.
Con una original escenografía, a modo de colmena, o de terrario gigante donde podemos observar a sus moradores, familias desestructuradas, policías brutales, jóvenes prostitutas en un universo de violencia, traiciones y soledades que se hacen mas angustiosas en la estrechez de un mundo sin horizontes, y en medio de todo esto encontramos a Roberto Zucco, magistralmente interpretado por Pablo Derqui, que le imprime a su personaje infinitos matices, donde nos acerca a un personaje desequilibrado y agresivo pero a la vez tierno y seductor, con una mirada inquietante, pero siempre tan triste y con una sonrisa en muchos momentos inocente, al que no puedes dejar de observar por que llena el escenario, esta deslumbrante.
Junto a el otros siete fantásticos actores que se desdoblan en diversos personanjes, fantástica Laia Marull en el personaje de la hermana, una mujer infeliz que solo a sido capaz de vivir a través de la vida de su hermana, Rosa Gámiz impresiona en su personaje de mujer secuestrada en el parque, María Rodríguez nos deleita en ese papel de joven sin nombre, ese pajarillo, seducido casi sin querer por Zucco, a la que todos quieren sobreproteger pero a la que ninguno ve realmente, esa joven a la que nadie logra salvar y que vemos descender a los infiernos, que rebosa inocencia y que nos emociona. Y en la parte masculina fantásticos también Xavier Boada, en todos los personajes que interpreta, maravilloso Oriol Guinart especialmente en el papel de prostituta, todo emoción y sentimientos, Andrés Herrera, especialmente en el papel de hermano mayor, esta impresionante, y Xavier Ricart que también borda todo su catalogo de personajes.
Todo el conjunto esta perfectamente coreografiado para que la intensidad del montaje no baje en ningún momento, con una iluminación impecable, una música perfectamente encajada y que le sienta como un guante, y el toque original de los sobretítulos que anuncian las quince escenas, hacen que disfrutemos de un espectáculo redondo.
Zucco nos dice como escapar no sabemos muy bien si de la cárcel o de este estrecho mundo "No hay que tratar de atravesar los muros, porque detrás de los muros hay otros muros, y siempre esta la prisión. Hay que escapar por los tejados, hacia el sol. Jamas alzaran un muro entre el sol y la tierra", y Zucco finalmente desaparece precisamente huyendo hacia el sol, dejándose llevar, como no podía ser de otra forma "el sol asciende, tornándose cegador, como el resplandor de una bomba atómica, no se ve nada, Cae", en un final impactante.
Una obra brutal, impresionante y sobrecogedora.