lunes, 27 de febrero de 2017

PANORAMA DESDE EL PUENTE
En los Teatros del Canal se puede disfrutar de esta versión de Panorama desde el puente de Arthur Miller que con traducción de Eduardo Mendoza dirige Georges Lavaudant y que protagoniza Eduard Fernández. La obra nos habla de la inmigración provocada por la miseria (tema que no deja de estar de actualidad), de la lealtad, del amor y de las dificultades y los peligros de salir adelante en un mundo lleno de oportunidades que no esta dispuesto a abrir las puertas a todo el mundo. Todo ello atravesado por el drama que se va gestando poco a poco a medida que se hace evidente el amor imposible que Eddie Carbone (Eduard Fernández) siente por su sobrina Catherine (Marina Salas) a la que a criado como una hija y que acabara haciendo que todo salte por los aires. La escenografía y el vestuario de Jean-Pierre Vergier hacen que la puesta en escena resulte sobria pero elegante muy bien iluminada por el propio Lavaudant y que nos permite sentir el ambiente un poco axfisiante, donde la tragedia que se avecina parece avanzar de forma inevitable para arrasarlo todo, con el puente de Brooklin siempre presente como una sombra que todo lo observa. 
Encabezando el reparto Eduard Fernández (Eddie) absoluto protagonista, que está fantástico, tan autoritario con todos y completamente obsesionado por su sobrina, circunstancia que le precipita en una huida hacia delante que le tiene desconcertado y enloquecido. Le acompañan Mercè Pons (Beatrice, su mujer) estupenda en su papel de sufrida esposa que ve el desastre que se avecina pero no consigue detenerlo. También muy bien el resto del elenco Marina Salas (Catherine, la sobrina), Francesc Albiol (Alfieri), Bernat Quintana (Rodolfo), Pep Ambròs (Marco), Rafa Cruz (Mike, oficial) y Sergi Vallès (Louis). 
Una obsesión que acaba arrasando con todo el que se ponga por delante, mientras de fondo se retrata el drama que viven los inmigrantes ilegales que llegan a Nueva York en los cincuenta. 
Una obra llena de pasión que merece la pena aunque solo sea para disfrutar del gran Eduard Fernández.