jueves, 12 de abril de 2012

LA PIEL EN LLAMAS 
José Luis Alcobendas y Marina Seresesky
En la sala de la Princesa en el teatro María Guerrero se puede disfrutar de esta obra de Guillem Clua, que trata del comportamiento del primer mundo en los conflictos del tercer mundo. En una ciudad indeterminada, y en lo que es su mejor hotel se cruzan dos historias, por una parte un representante de Naciones Unidas se aprovecha de una mujer del país a cambio de la promesa de ayudar a su hija enferma, y por otra un periodista vuelve veinte años después al país en el que fue corresponsal de guerra, y alcanzo la fama con una dramática fotografía, a recibir un premio, y es entrevistado por una periodista del periódico oficial del país. Las dos historias se van representando simultaneamente, la carga dramática es enorme y nos hace plantearnos cual es el papel que realmente jugamos en todo esto, como consumidores de todos estos dramas desde nuestro sofá a miles de kilómetros. Para mi también es muy importante como se manipula todo desde el lenguaje, procesos de paz que no tienen nada de pacíficos, de conflictos en lugar de guerras porque resulta menos dramático y así un largo etcétera, hasta las puestas en escena, como en este caso la entrega de un premio internacional que lo único que va a hacer es lavar la cara de un país que no respeta los Derechos Humanos. Y en medio de todo eso estamos nosotros consumiendo todo ese material quizá ya demasiado acostumbrados, y con esa especie de superioridad moral que creemos tener en el primer mundo sobre esos países eternamente en "conflicto" y que también reflejado queda en mi opinión en la obra.
Helena Castañeda y Chani Martín
La escenografía es sencilla pero efectiva, en cuanto al reparto decir que José Luis Alcobendas esta impecable como siempre, Helena Castañeda impresiona en un papel realmente duro, Marina Seresesky esta muy correcta en su interpretación de la periodista local, pero para mi Chani Martín no resulta muy creíble, su papel es el de un representante de Naciones Unidas que abusa de su pode, sin embargo en lugar de parecer seguro de si mismo, o atormentado por lo que esta haciendo, parece mas bien asustado la mayor parte del tiempo lo que resulta para mi un poco confuso. Pero desde luego la obra merece la pena muchísimo, y te atrapa desde el principio.