lunes, 21 de julio de 2014

EL RECONCILIADOR
Dentro de un año donde han abundado la lecturas dramatizadas, hemos podido disfrutar de las que se organizaron con motivo del III centenario de la Real Academia Española en varios teatros (Español, Abadía, Maria Guerrero, Pavón y en la propia sede de la RAE), también de las lecturas Noruegas que organizó el teatro Español y por supuesto las que organiza la Compañía Nacional de Teatro Clásico desde hace un par de años en la que se enmarca "El reconciliador" de Manuel Silvela. 
En el año 1821, en el exilio en Burdeos Manuel Silvela y García de Aragón escribía "el reconciliador" que propone la unión y concordia entre los españoles bajo la recuperada constitución de Cádiz que Fernando VII se ve obligado a restaurar tras el pronunciamiento de Riego. Todo resulta en vano, porque las conspiraciones de los absolutistas, la nobleza, el clero y el propio rey apoyados por el ejercito francés imponen de nuevo su dominio en 1923. 
Esta obra nunca llego a estrenarse, pero podemos disfrutar ahora de su lectura para acercarnos a una realidad que marca nuestra identidad. Con un lenguaje barroco y bastante pomposo vemos actitudes exageradas donde cada uno esta enrocado en su posición haciendo imposible el entendimiento. Abundan las actitudes conservadoras, paternalista y un poco patética, ante las que uno no sabe, si reírse o echarse a llorar, donde asoma siempre una España negra empeñada en moralizarnos, en contraposición con aquellos antepasados nuestros, ilustrados, que lucharon por regenerar este país nuestro tantas veces sumido en las sombras de la historia. Sin escenografía, y con el vestuario justo para situar a los personajes pudimos disfrutar de la lectura de este texto de la mano de un estupendo elenco formado por Abel Vitón, José Pedro Carrión, Felipe Andrés, José Bustos, José Maya, Victoria Dal Vera, Carmen Gutiérrez, María Pastor, Jacobo Muñoz, Juan Antonio Quintana, José Troncoso, Bruno Lastra y Alex Tormo. 
Interesante como siempre ver de donde venimos para entender donde estamos.