lunes, 1 de diciembre de 2014

HACIA LA ALEGRÍA
"He oído una deflagración lejana, y en la oscuridad de mi habitación tengo los ojos abiertos de par en par y el cuerpo crispado por lo oído. Pero ha sido sin duda un sueño...",  y así se levanta en plena noche un hombre, presa de la angustia, que sacudido por un presentimiento, siente la necesidad de vestirse y salir a recorrer la ciudad con la esperanza de llegar a encontrar el corazón del Sentido. Inicia un viaje que le va a llevar a recorrer toda la ciudad, desde los barrios mas ricos, a los que él pertenece, barrios residenciales llenos de cámaras, que como grandes ojos están siempre vigilantes, pasando por un gran centro comercial lleno de escaparates, como esa gran esfera de consumo que nos atrapa a todos. Pero su búsqueda no termina aquí, continua, y se reencuentra con un teatro de cristal, un proyecto que realizo en el pasado y que ahora permanece como una ballena varada en un barrio periférico, donde los políticos solo acuden en busca de votos cada cuatro años. Y se adentra en un túnel lleno de indigentes, buscando el calor de otros cuerpos, hasta llegar a un vertedero, perdido y desesperado, en esta noche que no parece tener fin, donde se sumerge profundamente en sus deseos y en sus terrores hasta acariciar la Alegría. 
Este lucido monólogo, magistralmente interpretado por Pedro Casablanc, que se integra en el proyecto Cities on Stage/Ciudades en Escena, recrea los estados anímicos que la ciudad genera en sus habitantes, la ciudad como un personaje con múltiples rostros, como un autentico compañero del hombre que va en busca del sentido de su vida. 
La escenografía compuesta por dos módulos huecos que se van moviendo para recrear los distintos espacios urbanos, una cinta por los que se mueve nuestro protagonista, practicamnete sin parar, toda la representación, y un gran plástico negro que cubre el fondo del escenario y que también esta lleno de movimiento, sin olvidar los cuatro músicos que ponen música en directo a este viaje iniciatico. 
Sin duda Pedro Casablanc esta espléndido regalándonos este complejo texto, un autentico alegado politico lleno de poesia de Olivier Py, en un papel tremendamente exigente también en lo físico. 
Un viaje alucinante, que sin duda no dejara a nadie indiferente. 

Como siempre el teatro La Abadía apuesta por el teatro con mayúsculas, por el placer inteligente.