martes, 26 de enero de 2016

LA FUNDACIÓN
En la Pensión de las Pulgas se programa ahora La Fundación basado en la obra de Buero Vallejo en versión y dirección de Ruth Rubio. 
Cinco hombres que parecen trabajar para un centro de investigación llamado La Fundación, comparten espacio en lo que parece ser una agradable habitación con bonitas vistas. Tomás esta limpiando la habitación mientras escucha música de Rossini, en la habitación en una cama permanece acostado un hombre que parece dormir, mientras ordena, Tomas recibe la visita de su novia Berta que también forma parte de La Fundación. Sin embargo a medida que avanza el tiempo a través de los diálogos se intuye que nada es lo que parece. En la habitación hay también una mesa con cuatro sillas, un sillón, un aparador donde hay un teléfono y una radio antigua. 
El vestuario y la escenografía, que resultan decisivo para ir descubriendo la verdadera naturaleza de esta fundación, son obra de Pier Paolo Álvaro y Roger Portal. El elenco esta integrado por Abel Zamora (Tomás) un joven soñador que vive en una realidad que su mente ha creado para no enfrentarse a la cruda realidad, sera a través de sus ojos como pasemos de una lujosa fundación a una cárcel donde todos están condenados a muerte y donde el acaba asumiendo que ha delatado a sus compañeros después de ser torturado; Javier Prieto (hombre) con el que Tomás habla aunque ya lleve varios días muerto, resulta clave para la curación de Tomas el momento en el que los carceleros descubren que esta muerto y se lo llevan. Julio Velez (Asel) es el líder del grupo, es un hombre maduro con mucha experiencia que intenta ayudar a Tomás a volver a la realidad. Juan Caballero (Max) es tranquilo y bromista aunque se intuye que oculta algo y Vicente Navarro (Lino) un hombre mas brusco y un poco taciturno pero de alma noble. Noemí Rodríguez (Berta) que cuida un ratoncito que también se llama Tomás, resulta ser una proyección de su mente. 
Todos están estupendos llenos de energía aportando mucha verdad a sus interpretaciones. 
La obra que nos habla de una época que se trata muy poco en los libros de texto es un fantástico ejercicio de critica social que en este caso podemos disfrutar con un montaje sencillo que avanza con un ritmo pausado pero impecable a través de una realidad muy dura aunque dejando un rayo de esperanza al final. 
Interesante disculpa para dejarse caer por La Pensión de las Pulgas.