viernes, 11 de mayo de 2012

DE RATONES Y HOMBRES 
Lennie (Roberto Álamo) y George (Fernando Cayo)
En el Teatro Español se representa ahora De ratones y hombres una obra de John Steinbeck que nos cuenta como era de precaria la vida de la gente durante la Gran Depresión, años muy duros con poco trabajo y en muy malas condiciones. Salí del teatro totalmente impactada no solo porque la obra este muy bien hecha, que también, sino porque me parece de una gran actualidad, te hace plantearte como a medida que la situación va empeorando (aumenta el paro, empeoran las condiciones de trabajo) tendemos a la individualidad, a encerrarnos en nosotros mismos y a intentar sobrevivir solos, esto es lo que vemos en esta obra, gente sola que sufre y que en realidad lo que quiere es sencillamente conectar con alguien, hablar simplemente hablar con alguien. En medio de todo esto aparecen George y Lennie dos amigos, que viajan juntos que se cuidan, se quieren y que en medio de toda esa miseria tienen sueños, y aunque al final parece que los sueños sucumben tragadas por el entorno, incluso en ese momento encontramos un acto de compasión y como dice Miguel del Arco en el programa de mano "Duele, pero ilumina".
El montaje me parecio una autentica maravilla, la escenografía, el vestuario, los cambios de entre las escenas (incluso en esos momentos consiguen mantener toda la tensión dramática), pero sobre todo los actores, todos están maravillosos, Josean Bengoetxea (Slim) el mas humano entre los braceros de la granja, Emilio Buale (Crooks) el marginado entre los marginados,Antonio Canal, Rafael Martín, Eduardo Velasco, Diego Toucedo y Alberto Iglesias (el resto de trabajadores de la granja), Irene Escolar una mujer que ni siquiera tiene nombre, una nota de color en un mundo gris, que se asfixia en un mundo sin afecto,esta maravillosa es ese papel entre inocente y frágil, Roberto Álamo (Lennie) impresionante en un papel complicado y de una gran ternura, pero sobre todo Fernando Cayo (George) un actor con mayúsculas, esta espectacular, en un personaje con muchos matices, ternura, sensatez, amistad...
Es un espectáculo, en definitiva, emocionante, lejano en el espacio y en el tiempo pero cercano en las circunstancias y las emociones, imprescindible en los tiempos que nos ha tocado vivir.