lunes, 11 de junio de 2012

EL INSPECTOR
En el teatro Valle-Inclán se puede disfrutar estos días de esta obra de Nikolái Gógol, versión y dirección a cargo de Miguel del Arco, una obra que se estreno en 1836 y que nos habla de corrupción, algo que se encuentra de máxima actualidad. La adaptación a conseguido hacer de la obra una comedia delirante que te mantiene continuamente enganchado, se trata de una sátira sobre la corrupción política que se ha situado en España, cosa que en los tiempos que corren me parece de lo mas acertado (incluidos los guiños al 15M). Los actores están impresionantes del primero al último, pero destacaría especialmente a Gonzalo de Castro inmenso en el papel de alcalde corrupto, a Juan Antonio Lumbreras, no hay palabras para describir la interpretación que nos regala, y Pilar Castro la pueblerina y despiadada alcaldesa. La obra resulta muy divertida y muy ágil, no paras de reírte desde que llegas, aunque no deja de ser paradójico por que al fin y al cabo te estas riendo de una panda de golfos a los que puedes poner muchos nombres y apellidos (cada uno puede elegir a su gusto ya que son tantos), y a muchas situaciones cotidianas (presupuestos para obras que nunca llegan a realizarse, sobornos, inauguraciones de primeras piedras que nunca llegan a ver la segunda...) es decir la realidad cotidiana que nos ha traído a donde estamos en la actualidad. Especialmente escalofriante es el final donde los personajes descubren que han sido burlados, pero nos dejan claro que no vencidos y que conseguirán volver por sus fueros.
La escenografía ayuda mucho al desarrollo de la comedia con el constante juego de las puertas y las canciones no tienen desperdicio.
Mejor no perderse esta maravilla, desde luego es una de las imprescindibles de la temporada.