Fernanda Orazi, Tomás Pozi y Bárbara Lennie |
En la sala Cuarta Pared pude disfrutar el domingo de esta obra de Jean Genet, donde dos criadas fantasean en ausencia de la señora, simulando ser ella, usando su ropa y atreviéndose a decirle lo que desearían poder decirle en la vida real. Se trata de dos muchachas que se sienten realmente oprimidas por una señora tiránica que descarga sobre ellas sus propios problemas, dos hermanas que están solas, que se necesitan y que da la sensación que nunca han tenido a nadie que las haya querido de verdad. Con una escenografía practicamente inesistente toda la atención se centra en los actores, por una parte la señora interpretada por Tomás Pozzi, que esta impresionante en el papel de una señora déspota y un poco desequilibrada que a ratos es una tirana con sus criadas y a ratos parece darse cuenta de lo desdichadas que son estas dos pobres muchachas, aunque al final gana su narcisismo. Por otra parte tenemos a las criadas magistralmente interpretadas por Bárbara Lennie (recientemente galardonada con el Max) y Fernanda Orazi, que te hacen sentir toda la angustia que llevan dentro estas criadas atrapadas en una existencia que odian, de la que se ven incapaces de salir, cosa que las hace precipitarse en el abismo. Muy recomendable.