viernes, 12 de julio de 2013

A SECRETO AGRAVIO, SECRETA VENGANZA
Elenco completo en un momento de la representación
Tragicomedia de Pedro Calderón de la Barca, inspirado en el tema de los celos y la venganza y por tanto clasificada como Dramas de Honor, junto con "El médico de su honra" o "El pintor de su deshonra". La trama transcurre en Lisboa, donde Lope de Almeida se casa por poderes con doña Leonor de Mendoza, descubriendo después que un antiguo amante de su esposa al que todos creían muerto, ahora esta "en la calle, en la iglesia, en la visita o en los umbrales clavado es girasol de su honor". Don Lope decide resolver el tema en secreto, sin escandalo, "porque no diga la venganza lo que el agravio no dijo", y acabar así con sus dudas y sus celos, matando a su enemigo y después quemando su casa con su mujer dentro, obsesionado por que su honra y su fama queden sin mancha alguna.
A partir de esta historia El Óbolo producciones, con Lino Ferreira al frente de la dirección ( ya nos deleito con su buen hacer en "Torvaldo Furioso" y "Nuestra Señora de las Nubes"), plantea una puesta en escena maravillosa, el vestuario, actual, y el echo de que los actores salgan texto en mano, dando la sensación de que vamos a asistir a una lectura dramatizada o a un ensayo general le dan un toque muy original, además con un escenario practicamente vacío, con tan solo unas sillas, que dan muchísimo juego a la hora de insinuar los distintos espacios donde se van desarrollando la acción, y una pantalla de fondo para momentos muy concretos, que junto con la ambientación sonora (impecable también), van haciendo que la tensión, (que crece por momentos) se sienta perfectamente.
Rocio Osuna, Julio Cortázar y Inma Nieto
En cuanto al elenco están fantásticos, Carlos Ibarra (Don Juan), Cristina Arranz (Sirena), Rocío Osuna (Doña Leonor) y Ester Bellver (Don Luis). Pero sin duda los que destacan especialmente son Julio Cortázar (Don Lope), impresionante en su papel de marido celoso, con esa voz tan templada; y Inma Nieto (Manrique), realmente maravillosa en el papel de el gracioso, (ese criado pícaro y superviviente, tan típico de nuestro teatro clásico), adapta el papel a su medida, se mueve como pez en el agua, dando el contrapunto cómico al gran drama que se avecina.
Una autentica gozada poder disfrutar de buen teatro en las cálidas noches de verano.