lunes, 24 de febrero de 2014

LA DOULEUR
Ha llegado a la sala Fernando de Rojas del Circulo de Bellas Artes "La Douleur" de Marguerite Duras, la adaptación teatral de los diarios que la autora publico en 1985, momento en que la autora los encuentra en su residencia de campo "encontré este diario en dos cuadernos de los archivos azules de mi casa de campo. No guardo ningún recuerdo de haberlo escrito. Reconozco mi letra y el detalle de lo que cuento. ¿cuando lo escribí, en que año, a que hora del día? no sé nada". Se trata de un intenso y estremecedor relato autobiográfico que la autora francesa escribió en los últimos días de la Resistencia. 
"La Douleur" plasma la experiencia vivida por la autora durante la II Guerra Mundial desde que se casa con Robert Antelme hasta que este regresa después de ser liberado del campo de Dachau. A pesar de volver con vida sus secuelas son evidentes tanto física como psicológicas. Marguerite Duras, una mujer comprometida políticamente en la Resistencia y en el partido Comunista, no se limita a narrarnos la angustia y la soledad que siente al no tener noticias de Robert, además de describir el horror de los crímenes nazis, también repasa el papel y los discursos de otros políticos de la época como De Gaulle por ejemplo, dejando claro el conflicto moral y político de la justicia en una época de vencedores y vencidos. 
La escenografía es sencilla pero efectiva apenas un sofá, una mesa y un perchero (portador del vestuario que nos va a llevar a través del tiempo). La iluminación muy tenue ayuda a incrementar el ambiente intimo en el que se mueva esta mujer angustiada al borde de la locura. 
Valery Tellechea hace una recreación conmovedora y consigue mantener la intensidad de un texto nada sencillo en el que las emociones siempre son extremas, llena de angustia y de miedo que la llevan casi a sentir que esta muerta en vida, mientras espera el regreso de un marido al que ya no conoce. Un texto duro y complejo que sin duda no dejara indiferente a nadie. 
Me encanto la interpretación de Valery Tellechea y creo además que tiene doble merito, sobre todo teniendo en cuenta que tiene que ser muy difícil entrar en un texto tan duro, cuando de fondo se oye continuamente música de discoteca, una autentica pena.